Sustitución de los sellos de luz para asegurar la estanqueidad de la cámara, así como de la espuma del espejo para evitar su rotura.

Nos aseguramos que los mecanismos de enfoque se encuentren correctamente calibrados, así como la precisión del telémetro dado el caso.

Comprobación de la precisión de las velocidades rápidas, asegurando la apertura y correcto funcionamiento del obturador.

Nos aseguramos que las velocidades lentas estén correctamente operativas. Es común que éstas, por la falta de uso, estén “perezosas”.

Revisión del sistema réflex en las cámaras de este tipo y la correcta sincronizacion entre arrastre, diafragmado, espejo y obturador.

Chequeamos el correcto cierre de la apertura de la lente, así como su conexión con la cámara de cara a las lecturas del fotómetro.

Revisamos que el arrastre tenga un avance y retorno fuido, así como que el contador de exposiciones funcione correctamente

Ya sea automático o manual: se comprueba el correcto accionamiento del embrague de rebobinado así como el funcionamiento del motor y mandos.

Cotejamos la precisión del fotómetro para asegurar su precisión y comprobar que éste no se encuentre descalibrado.

Es muy habitual encontrar cámaras en las que se olvidaron las pilas puestas hace 30 años, por suerte en muchos casos se pueden salvar.

“La cámara está perfecta, está en el desván dentro de la maleta de cuero…”: seguro que tiene hongos… y si no se detienen, no dejan de crecer.

Arañazos, neblina o decimentación son algunos de los defencos más comunes y pueden afectar tanto a objetivos como a prismas.

Comprobamos que los objetivos tengan una correcta lubiración en la helicoide de enfoque y que no haya presencia de aceite en las palas.

Leds fundidos, pantallas LCD que no se ven o cortocircuitos en las funciones de la cámara. Son comunes en compactas pero pueden afectar a SLR.

Temporizadores, mecanismos de bloqueo del espejo, sistemas de doble exposición… partes específicas de cámaras concretas.